El último escándalo de Donald Trump ha protagonizado uno de las noticias más potentes de los últimos meses
Donald Trump es uno de los personajes más polémicos de los últimos 20 años. El empresario neoyorquino quiere volver a la Casa Blanca por la puerta grande. Para ello, ha hecho gala de su habitual populismo para llamar la atención de muchos votantes norteamericanos. La situación es muy peculiar después de animase, de forma sorprendente, a Rusia a atacar a los países que quieran unirse a la OTAN. Sus palabras no han caído en saco roto ni por parte del organismo ni tan siquiera de su propio partido.
El primero en hablar claro sobre las declaraciones de Donald Trump, no ha sido otro que Jens Stoltenberg. Es el secretario general de la OTAN y se ha mostrado tremendamente contrariado por las palabras del expresidente de los Estados Unidos. Esto comentó hace tan solo unos días: «Cualquier sugerencia de que los aliados no se defenderán entre sí socava toda nuestra seguridad, incluida la de Estados Unidos, y pone a los soldados estadounidenses y europeos en mayor riesgo». Añadió, además, que independientemente de quién gane las elecciones, la OTAN espera tener en los Estados Unidos uno de sus grandes aliados.
El escándalo de Donald Trump deja al empresario muy solo en su partido
Las declaraciones de Donald Trump han supuesto un cisma bastante curioso y sorprendente dentro del propio partido republicano. El magnate siempre dice lo que piensa independientemente de lo que opinen los medios de comunicación, los votantes o sus ‘colegas’ de partido. Sabe muy bien cómo llegar al electorado y la mejor forma no es otra que la de tener un discurso contundente y en comentar lo que nadie se atreve. Así llegó a la presidencia de los Estados Unidos hace casi ocho años.
Tal y como han deslizado algunos medios de comunicación norteamericanos, las palabras de Trump sobre Rusia y la OTAN han causado un grave problema en el partido republicano. Alguno de los que fuera su rival para alcanzar la candidatura de su partido han comentado que esas declaraciones deberían obligar a Trump a retirarse de la carrera para la Casa Blanca. Nikki Haley ha llegado a asegurar que lo último que tendrían que hacer los Estados Unidos es acercarse o ponerse de lado de Rusia como ha asegurado su rival. Más voces críticas de los republicanos no entienden la situación, pero también defienden a Trump al asegurar que ningún país invadió Norteamérica cuando el empresario estaba en el poder.
En definitiva, Donald Trump quiere arrasar con todo lo que tiene en medio para llegar cuanto antes a la Casa Blanca. Prensa, Haley, Biden… Le da igual absolutamente todo y no dudará en seguir así pese a las advertencias y a los juicios que tiene por delante.
