La agricultura española está en contra de alguna de las medidas que plantea Pedro Sánchez y amenaza con una huelga.
Pedro Sánchez sigue coleccionando opositores. Esta vez es el turno para el campo español, que amenaza con convocar una huelga que paralice el país. El sector agrario considera que los acuerdos que ha alcanzado Pedro Sánchez para ser presidente del Gobierno afectarán de manera decisiva los equilibrios entre las distintas regiones.
Asaja, la mayor organización agraria de España, ha anunciado que se unirá a la protesta que está convocada para el próximo sábado 18 de noviembre en la Plaza de Cibeles de Madrid bajo el lema ‘No en mi nombre: ni amnistía ni autodeterminación’. Desde el sindicato agrario aseguran que apuestan por “una España unida y solidaria que potencie los principios y valores que avalan la seguridad jurídica del Estado y que fomente los valores democráticos, el diálogo y el entendimiento entre comunidades autónomas». Algo que, a su juicio, no existirá con los pactos que ha firmado Sánchez.
Un frente común contra los acuerdos de Sánchez
El campo español entiende que la política que se deriva de los acuerdos alcanzados por Pedro Sánchez será perjudicial para el campo español, al establecer desigualdades entre regiones. Desde Asaja están animando a agricultores y ganaderos a que se unan a este gran frente común que se está plantando ante Sánchez «para defender los valores democráticos de la libertad, la unidad y la igualdad». De igual modo consideran que unirse en estos momentos es más importante que nunca ya que servirá para «fortalecer la voz del sector». Un sector, la agricultura y la ganadería que aseguran que será «segregado» con los acuerdos de Sánchez con los independentistas.
Así las cosas, si finalmente el campo español sale a las calles será uno de los pocos sectores que ha mostrado de manera continua su descontento ante las políticas de Sánchez, no sólo ahora que pacta con cualquiera que le pueda asegurar su investidura, sino desde que está en el Gobierno.
No en vano, el sector agrario y ganadero ha sido uno de los que más ha sufrido las políticas de Sánchez. Las medidas aplicadas en materias como la protección del lobo en zonas donde los ataques al ganado cuestan miles de euros a sus propietarios o los acuerdos comerciales con terceros países que han puesto en la picota a los productores nacionales, han afectado de manera negativa al campo español.