El Ministerio de Trabajo y Economía Social de España actualizó la cifra de muertes en accidentes laborales en 2023, una cifra que duele.
Hay estadísticas que molestan, que duelen, pero que tampoco se pueden soslayar en estos tiempos donde se registra casi todo. Son números que sirven para obtener conclusiones y, con las pruebas sobre la mesa, tomar medidas para mejorar la calidad de vida del ser humano. En este noviembre, el Ministerio de Trabajo y Economía Social de España actualizó la cifra de muertes en accidentes laborales del 2023. Y el triste estudio otorga varios puntos a destacar.
El primer detalle para remarcar es que son números hasta septiembre de 2023. El informe no sólo intenta hacer una simple cuenta matemática en un excel, sino que, además, busca detectar dónde se producen la mayor cantidad de casos de decesos, en qué áreas, sobre todo. Y por qué se producen esos fallecimientos, más allá de que existe un reloj biológico.
Las muertes relacionadas al trabajo bajan en España
Según los números que el Ministerio de Trabajo y Economía Social recolectó hasta septiembre, los accidentes laborales provocaron 524 fallecimientos en España. Parecen muchos, sí. Pero son 99 menos si los comparamos con el mismo lapso de 2022. Esta particularidad es alentadora porque indica que mejoraron la condiciones laborales en varios sectores, sobre todo en la construcción.
La cifra parece fría, pero no lo es, por supuesto. Y se puede desglosar de la siguiente forma: de esas 524 muertes, 431 se dieron en jornada de trabajo (83 menos que el 2022), y 93 fueron en desplazamientos al trabajo (16 menos que el anterior).
Más aclaraciones: los derrames cerebrales e infartos fueron la principal causa de muerte, sumando 193 personas (18 menos que en 2022). Aquí habría que estudiar más qué sucede con el estrés de las empleadas y empleados en sus respectivos trabajos, o el estrés de los autónomos que se ven apretados por una elevada cuota. Por otra parte, por accidente de tráfico, murieron 65 personas (tres menos que en 2022).
La mayoría de muertes, curioso o no, se dieron en el sector de servicios (204 fallecidos, 36 menos que en 2022). También hubo varios fallecimientos en la construcción (92 fallecidos, 21 menos que en el 2022), algo que, lamentablemente, se repite cada año.
Por último, si sumamos todas las muertes, 472 eran personas asalariadas y 52 eran autónomos.
