El nuevo presidente ha prometido reformular la estrategia política y económica del país desde una perspectiva anarcoliberal
El extravagante recién electo presidente de Argentina, Javier Milei, ha prometido llevar a cabo una remodelación completa del Estado para salir de la crisis económica en la que está sumido el país.
A lo largo de la campaña, Milei, economista de profesión, ha prometido emprender una serie de reformas estructurales de carácter ultraliberal que pasan por desmantelar los servicios públicos o establecer el dólar como moneda de curso legal.
El liberalismo defendido por Milei es una doctrina económica que tiene en su fundamento la libertad económica de forma amplia. Esta teoría económica considera que el Estado debe involucrarse de la forma más tibia posible en el curso natural de las relaciones económicas y, de tal forma, los servicios deben ser eminentemente privados y los impuestos deben minimizarse.
Milei, un economista de fuertes convicciones, pretende materializar todas estas ideas en el país que le acaba de alzar como presidente y, asimismo, ha prometido a llevar a cabo dos de las reformas prometidas apenas una semana después de alcanzar la presidencia. En particular, comenzará con la supresión de ministerios pasando de 20 a 8 y agrupando la mayoría de sus competencias en el nuevo “Ministerio de Capital Humano”. Además, también ha anunciado la próxima venta de la televisión y radio públicas del país a tenedores privados.
Otra de las reformas estrella prometidas por Milei será la dolarización del país y la consiguiente eliminación del Banco Central Argentino. Aunque aún resulta complejo determinar cómo se llevará a cabo este proceso, distintos economistas señalan que esta reforma no se podrá llevar a cabo con la celeridad que el nuevo presidente prometió en la campaña. Por el momento, la deuda pública del país alcanza el 110% del producto interior bruto nacional y ya se cifra en 400 mil millones de dólares estadounidenses.
Desmantelar los servicios públicos
En cuanto a los servicios públicos, Milei ha prometido reducirlos al mínimo, privatizando durante el proceso los servicios sanitarios y educativos.
La sanidad, según ha anunciado el liberal libertario, se transferirá y será gestionada por empresas privadas con el objetivo de reducir al máximo el gasto público, especialmente el de empresas deficitarias.
En cuanto a la educación, Milei ha sugerido la posible implantación de un sistema de “vouchers educativos”, similares a cheques para las familias. Con esta propuesta, el presidente pretende que las familias puedan escoger de forma libre la empresa educativa de sus hijos eliminando, de tal forma, cualquier subsidio a los propios centros educativos. Según el presidente, esto fomentará la competitividad entre instituciones educativas dando lugar al incremento del nivel de enseñanza en el país.
La presidencia de Milei es vista desde dentro y fuera de Argentina de forma expectante por la novedad de sus propuestas. Se trata del primer presidente abiertamente liberal, libertario y minarquista –que defiende la máxima reducción posible del Estado. Sigue sin estar claro si el propio Milei llevará su programa al extremo o, por el contrario, tendrá que rebajar sus ansias liberales en la aprobación de sus nuevas reformas para el país.