China tiene por delante tres grandes problemas a los que tiene que buscar una solución cuanto antes: así está la situación
La economía de China está en un gran problema. Para empezar, las noticias no parecen para nada dramáticas, pero lo cierto es que hay mucho más tras el titular. El PIB chino ha aumentado en un 5,2%, un dato que se tendría que celebrar en todos los aspectos. Sin embargo, ese porcentaje tiene muchas cosas que hay que detallar porque no son nada positivas. Aún así, la previsión era de un crecimiento del 5%, el cual se ha superado con algunos matices importantes.
Por desgracia para sus intereses, el PIB no ha sido lo único que ha aumentado en 2023. También lo ha hecho su deuda, que crece y crece de cada vez más hasta convertir su situación en algo complicado de gestionar. Por otro lado, los mercados también han sufrido caídas, pero este hecho se ha agravado teniendo en cuenta que el sector inmobiliario tampoco pasa por su mejor momento. Por si todo esto fuese poco, el Gobierno de China teme una deflación casi segura. Este fenómeno es todo lo contrario a la inflación, pero si bajan mucho los precios el sistema podría entrar en una espiral de la que será muy difícil salir.
Los problemas de China son muy graves y afectan a la inversión
A nivel mundial siguen teniendo unos datos increíbles, sobre todo porque parece que estarán por delante de los Estados Unidos en unos años. Pese a esto, los problemas internos pueden castigar, sobre todo, a sus ciudadanos y a muchísimas empresas, especialmente del sector inmobiliario. Así lo confirmaba uno de los economistas de Natixis: «Aunque el panorama macro parece algo resistente, en 2024 es cada vez más una cuestión de vaso medio lleno o medio vacío para los hogares, las empresas y los inversores».
El gran problema que se les presenta por delante a los ciudadanos chinos es el miedo a invertir o al gasto. De esta forma, el Gobierno de China está en una encrucijada de la que es complicado salir. Por un lado quieren atraer a los inversores, pero si su población mantiene contenido el gasto, la situación empeorará con el paso de los meses. El sector inmobiliario es el claro ejemplo de ello. Los precios han sufrido su caída más grande desde 2015, motivo que está dificultando el día a día a las inmobiliarias del país asiático además de al sector privado. Este último es el que más está sufriendo, sin ninguna duda, los efectos de los graves problemas internos chinos.
Por si esto fuera poco, la población está disminuyendo a pasos agigantados. Solo en 2023, esta se redujo en más de dos millones de chinos, una cifra bastante complicada de prever. En 2022 solo lo hizo, y es mucho, en 850.000 personas. El panorama interno de China es verdaderamente desolador pese a que siguen aguantando el pulso a los Estados Unidos a nivel mundial.