El mundo está lejos de la calma hablando en términos bélicos y los mercados empiezan a resentirse por Kim Jong-Un
Kim Jong-Un ha vuelto a disparar las alarmas sobre un conflicto en la península de Corea. En la reunión de cinco días del Partido del Trabajo coreano, que ostenta el poder de manera dictatorial, donde se establecen los objetivos para el nuevo año, el dictador ha alertado de la posibilidad de un conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur, según la Agencia de Noticias Central Coreana. Este posible conflicto bélico genera inestabilidad en un mercado ya complicado de por sí.
El líder supremo de Corea del Norte afirmó que la posibilidad de un conflicto armado en la península coreana «está cada vez más cerca», según su opinión. El líder quiere mostrar músculo militar y afirmó a los más cercanos que prepararán un ejercito todavía más fuerte. Así se lo ha hecho saber a los principales mandos del ejercito norcoreano.
La salida de Trump fue clave para Kim Jong-Un
Con la salida de Donald Trump de la Casa Blanca, el avance en las relaciones entre EE UU y Corea del Norte se rompieron y así la dictadura asiática centró todo sus esfuerzos y presupuestos en modernizar su arsenal nuclear y de misiles. Por eso, desde el año pasado, el país comunista ha realizado más de 100 pruebas de misiles balísticos desoyendo las normas y sanciones impuesta por las Naciones Unidas.
Como no podía ser de otra manera, Corea del Sur también ha empleado parte de la riqueza del país en rearmarse. Algo que no ha gustado a Kim Jong-Un que afirma que el país vecino se ha convertido en «un puesto militar avanzado y con un alto arsenal nuclear» de Estados Unidos. Por último, afirmó que la palabra «guerra» es una realidad y no una idea teniendo en cuenta los hechos de los últimos meses.
Corea del Sur ya ha condenado las palabras y los planes de Kim Jong-Un. De la misma manera, ha criticado la expansión nuclear del país y ha afirmado que responderán con contundencia utilizando cualquier medio gracias al fortalecimiento de la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos. Ya hay portaaviones americanos, cruceros y armamento de primer nivel norteamericano en el país asiático.