La OTAN es el enemigo número uno de Putin en la Guerra de Ucrania. Este organismo acoge a todos los países de Occidente.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una alianza militar formada en 1949 con el objetivo de garantizar la seguridad colectiva de sus miembros frente a cualquier amenaza externa. Surgió en respuesta al creciente poder de la Unión Soviética en Europa tras la Segunda Guerra Mundial y ha permanecido como pilar de la política de seguridad transatlántica desde entonces.
La OTAN está compuesta por 30 países miembros, provenientes principalmente de Europay América del Norte, los cuales se comprometen a defenderse mutuamente en caso de que sean atacados. En adición a su función defensiva, la OTAN ha participado en operaciones de mantenimiento de paz, lucha contra el terrorismo y respuesta a crisis humanitarias en todo el mundo. Sin embargo, la visión de la OTAN como fuerza de estabilidad y seguridad no es compartida por todos los actores internacionales. En particular, el presidente ruso Vladimir Putin ha expresado de manera reiterada su desconfianza y hostilidad hacia la OTAN, a la que ve como una amenaza a los intereses de Rusia.
Para Putin y muchos rusos, el avance de la OTAN hacia el este, incorporando a países que alguna vez formaron parte del bloque soviético, representa una infracción de los acuerdos realizados durante la disolución de la Unión Soviética. Ven este avance como intento de contener a Rusia y reducir su influencia en la región.
El conflicto Putin-OTAN está empeorando
Además, Putin percibe la presencia militar de la OTAN en Europa del Este, particularmente en países como Polonia y las naciones bálticas, como una provocación directa, una que alienta la inestabilidad en la región y socava la seguridad de Rusia.
Otro punto de fricción son los sistemas de defensa antimisiles que la OTAN ha desplegado en Europa, los cuales Rusia ve como una amenaza directa a su capacidad de disuasión nuclear. Para Putin, tal sistema podría neutralizar la habilidad de Rusia de responder a un ataque, y ha amenazado con actuar en consecuencia.
En resumen, la hostilidad de Putin hacia la OTAN se basa en su creencia de que la alianza representa una amenaza directa a los intereses de seguridad nacional de Rusia y se está acrecentando con la Guerra de Ucrania. Esta tensión ha resultado en un aumento de las tensiones entre Rusia y la OTAN en los últimos años, una de las cuales ha contribuido a la creciente inestabilidad de Europa y del panorama internacional en general.