La Yakuza es una organización criminal afincada en Japón profundamente arraigada en la sociedad y la economía nipona.
Aunque su presencia se siente en todos los aspectos de la cultura popular y los medios de comunicación, sigue siendo difícil de entender y pinchar la verdadera naturaleza estar allí.
Los orígenes de la Yakuza se remontan al siglo XVII y XVIII cuando surgieron los primeros grupos de mercenarios y rōnin samuráis sin maestro en un Japón feudal. Con el tiempo, estos grupos evolucionaron en organizaciones criminales con estructuras jerárquicas y códigos de honor celosos.
Si bien la yakuza opera en la ilegalidad, la hacen abiertamente en la sociedad japonesa: las oficinas son visibles, sus miembros frecuentemente revelan su posición y tienen una sólida red de interacciones con empresas legales. Los negocios de la yakuza han ido desde muchas industrias, incluido el juego y la extorsión hasta la prostitución y el comercio de drogas. Sin embargo, los mercados económicos tradicionales no duraron, y la yakuza comenzó a involucrarse en actividades legales, como construcción, bienes raíces, entretenimiento y turismo.
Muchas más sombras que luces
La yakuza ha tenido una fuerte presencia en muchas esferas de la vida japonesa, incluida la política y los negocios. Actúan como intermediarios y resuelven disputas entre empresas, en algunos casos, proporcionan protección. La yakuza se ha integrado en la sociedad japonesa en una relación simbiótica con la autoridad y la población: la corrupción del Estado para con la yakuza creó una comunidad que la tolera mientras sus actividades han sido en gran medida ignoradas.
La cultura del yakuza ha influido en la producción de medios japoneses, desde películas y programas de televisión hasta novelas. Hasta extraer el concepto de estilo de vida yakuza, denominado yaksazaism. Este destaca características comunes pero radicalmente opuestas de una sociedad japonesa convencional, como la lealtad, el coraje y la jerarquía.
La yakuza sigue viviendo sus propias vidas y valores y no a menudo impresiona a aquellos desde afuera. Aunque la yakuza es interesante desde afuera y ha sido influyente en Japón, no es una organización llena de glamour, misteriosa e inspiradora. La violencia y la corrupción son fundamentales para su historia y actividades previas. Aunque el gobierno japonés ha actuado firmemente en la tentativa de erradicar a los grupos yakuzas, han sido capaces de adaptarse y recuperar posiciones en otras áreas de la sociedad japonesa.
En conclusión, la yakuza es mucho más que una simple organización criminal: es un fenómeno arraigado en la historia y la sociedad japonesa. Hoy en día, la yakuza está involucrada en una serie de actividades legales e ilegales en Japón, mientras su apariencia e incluso su visión persisten en la cultura popular japonesa.