Francina Armengol es noticia de nuevo en la actualidad política española: las mascarillas generan un terremoto en el PSOE
El PSOE de Pedro Sánchez está inmerso en uno de sus peores momentos de los últimos años. El Ejecutivo se ha topado de forma frontal con el caso Koldo, en el que están bajo sospechas varios miembros socialistas. El primero de todos no es otro que José Luis Ábalos. El que fuera ministro de Fomento durante la pandemia era amigo muy cercano de Koldo García, intermediario de una empresa aragonesa a la que el Gobierno de España compró las famosas mascarillas.
Era evidente que algo iba a salir de la pandemia de coronavirus y más después de que varios periodistas mirasen con cierto recelo la colaboración del Gobierno de España con la empresa de Aragón. Sin embargo, todos los partidos políticos advertidos dejaron pasar ese asunto. Ahora ha estallado todo y hasta el propio Pedro Sánchez habría sido consciente de este asunto. Él no lo ha negado en ningún momento, pero tampoco lo ha confirmado como era de esperar. Pese a eso, se ha visto involucrada hasta la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol. Ella era la presidenta del gobierno balear durante la pandemia y de ahí se han sacado varias conclusiones.
La trama de las mascarillas tiene una historia más: el PSOE y Armengol, en el punto de mira
Francina Armengol aceptó las mascarillas pese a que sabía que eran defectuosas. Esa información fue rescatada por varios medios de comunicación hace tan solo unos días. Pues bien, esta vez hemos conocido un nuevo capítulo más en el que la expresidenta del gobierno balear ve como su culpabilidad aumenta de forma considerable. Muchos socialistas no dan crédito a lo sucedido.
Ha salido a la luz un informe del subdirector de la Central de Compras y Logística, Antonio Mascaró, fechado el 6 de julio de 2023 en el que se confirma que Armengol compró las mascarillas independientemente de su análisis previo: «Se nos planteó tener un stock de mascarillas para su posible distribución a la población civil y dichas mascarillas podían cumplir ese objetivo independientemente del resultado del análisis». En el mismo informe se confirma que fueron pagadas antes de conocer su calidad: «Se decidió aceptar dicho ofrecimiento y enviar las mascarillas a analizar posteriormente». En el documento se garantiza que no eran aptas: «Dichas mascarillas no estaban pensadas para distribuirse dentro del ámbito hospitalario».
La cruda realidad coloca a Francina Armengol en el centro de las críticas. Pedro Sánchez tiene otro gran problema por delante. Además, la ley de amnistía deberá ser ratificada cuanto antes. El caos es absoluto en estos momentos.