Inculcar el habito del ahorro desde una edad temprana y establecer un depósito para los niños puede resultar crucial en su futuro
A menudo, los padres no suelen inculcar el hábito del ahorro en sus hijos, lo que les impide comprender los grandes beneficios de esta práctica.
Sin embargo, iniciar un plan de ahorro desde la infancia podría representar un futuro financiero sólido para los niños. En algunas partes del mundo, es común abrir cuentas de ahorro para los menores, donde se deposita regularmente una cantidad fija que se invierte de manera segura. Esto es posible gracias al interés compuesto, que, con el paso de los años, puede convertir modestas contribuciones iniciales en una suma considerable, incluso antes de que los menores se jubilen.
El ahorro desde la niñez, ya sea a través de contribuciones mensuales directas de los hijos, mezclando aportaciones de los padres, o mediante una cuenta de ahorro dedicada a su futuro, tiene un impacto que va más allá de las ventajas financieras de un hijo; también influye en las finanzas propias.
Un colchón adecuado
A medida que los niños crecen, sus gastos aumentan significativamente. Iniciar una inversión para los niños desde una edad temprana puede ayudar a crear un colchón financiero que les permita afrontar estos gastos.
Los ahorros acumulados a lo largo de los años serían la solución, y es probable que aún quede una cantidad considerable gracias al interés compuesto.
La diferencia entre el interés simple y el compuesto es notable. Por ejemplo, si se comienza a ahorrar con una inversión inicial de 10.000 euros durante 35 años con un rendimiento del 10%, se obtendrían 45.000 euros con el interés simple, pero con el compuesto, se alcanzarían los 281.024 euros.
La estrategia adecuada
Dado que esta es una inversión a muy largo plazo, no es necesario asumir riesgos significativos. Basta con elegir fondos garantizados que ofrezcan una rentabilidad superior a la inflación, o una cuenta de ahorro con una tasa de interés competitiva. Así, el tiempo hará la mayor parte del trabajo. La elección de la estrategia de inversión adecuada dependerá de los objetivos de ahorro y el plazo que se tenga en mente.
Independientemente del enfoque que se tome, la clave para el éxito en la inversión es la continuidad y la anticipación. Pequeñas contribuciones regulares, incluso de 10 o 25 euros al mes, pueden marcar la diferencia a largo plazo y resultar en un gran futuro económico.