Ahorrar en Navidad es una tarea complicada, pero si sigues nuestro menú podrás hacerlo: apúntalo muy bien y pon en práctica estos consejos
Llega la época en la que pasamos más tiempo con nuestros seres queridos y allegados. La Navidad siempre aterriza a final de año para obligarnos a hacer un balance tanto de lo bueno como de lo malo. Siempre que llega esta etapa, nos acordamos de todas las personas que han pasado por nuestra vida y, a las cuales, podríamos invitar a una cena o comida típica y propia de estas fechas tan señaladas.
Seguramente estás planificando todos los detalles de tus cenas y comidas de Navidad. Te habrás dado cuenta de la inflación que ha habido durante todo este año en el planeta y verás que todo tu presupuesto del año anterior necesita un pequeño reajuste. Todos los alimentos han subido de precio, pero sois los mismos un año más y no quieres gastar más de lo previsto. Si te encuentras en esta tesitura, te ayudaremos a tomar las mejores decisiones para poder ahorrar lo máximo posible. Lo primero que debes hacer es calcular el número de comensales que tendrás en tu mesa. Después de eso habría que preparar el presupuesto de tu menú.
El menú de Navidad con el que ahorrarás lo máximo posible
Ahorrar en Navidad puede parece imposible, pero no lo es. La clave es planear todo con la suficiente antelación. Si lo haces, estarás mucho más cerca de tu objetivo. Tras planear el número de comensales, toca pensar en el posible menú. Piensa que cuanto más sencillo sea, mejor para tus bolsillos. Te recomendamos no complicarte mucho la vida con elaboraciones difíciles de asumir. Además, si son raciones contundentes por un precio más bajo, mucho mejor para ti y tu economía.
El menú de Navidad puede consistir en unos aperitivos sencillos y al mismo tiempo muy típicos de estas fechas. Unas gambas con mayonesa pueden ser lo ideal para empezar a abrir el estómago. Lo puedes acompañar con una ensalada un tanto diferente a la de nuestro día a día. Puedes utilizar frutas como manzana, pera o incluso mango, para dar así un toque distinto a una comida importante sin gastar mucho dinero. El plato fuerte, y el más caro, puede ser una carne. Si lo planificas con tiempo puedes congelarla y que esté como nueva el día señalado. Eso sí, te recomendamos el pavo u otro tipo de carne que no se te vaya del presupuesto.
De postre, los típicos turrones con los que siempre aciertas. No hace falta pensar en una elaboración dulce muy complicada: lo sencillo siempre tiene más éxito y cuesta mucho menos. Si sigues este menú, te darás cuenta de que tu bolsillo no adelgaza tanto como preveías. Insistimos en calcular muy bien cuántos comensales formarán parte de la cena o comida de Navidad.