El campo español está siendo el gran protagonista en los últimos días a través de protestas y movilizaciones por todo el país
Se acabó. Los agricultores españoles no pueden más después de lo sucedido de forma ininterrumpida en los últimos años en España. El Gobierno de Pedro Sánchez ha abandonado a su suerte a los trabajadores de un sector primario que no puede más con las imposiciones desde el Ejecutivo y, sobre todo, desde la Unión Europea. La Agenda 2030 está obligando a tomar drásticas decisiones a los jóvenes agricultores, que de cada vez ven más complicado poder seguir dedicándose a su amado oficio.
La realidad es tan dura, que el número de agricultores sigue reduciéndose año tras año. Hace 15 años había más de 330.000 trabajadores que dedicaban su día a día a la agricultura. Ahora, el número es radicalmente distinto y la situación está en serio peligro. Los últimos datos aseguran que solo existen 225.000 personas que se dedican a este sector. La media de reducción en el campo es de 7.000 al año, por lo que se podría producir una crisis de proporcionales inimaginables en los próximos años. De momento no se quejan por eso solo, sino por las evidentes restricciones a las que se están viendo sometidos.
Las tractoradas, protagonistas en las protestas del campo español por todo el país
Los agricultores han dicho basta. A través de movilizaciones por Whatsapp han decidido cortar muchas autopistas españolas con el fin de que cambie la situación de forma radical. La Agenda 2030 y las restricciones derivadas, y que aplica el Gobierno de Pedro Sánchez, están suponiendo un verdadero varapalo para las aspiraciones de muchos agricultores. Están gastando más de lo que ingresan, llevándolos a una situación poco antes vista en el campo español.
El secretario general de una de las agrupaciones agrarias, en este caso la aragonesa, José María Alcubierre, ha sido muy claro con sus peticiones y los motivos de esas protestas. Así lo han recogido los medios: «Ha prendido todo como un carrizo seco cuando le cae una chispa. Veníamos diciendo que la política agraria, la PAC, tenía que ser una red de seguridad; y hablábamos en serio cuando decíamos que Agroseguro debería modernizarse. Y al final ha habido un tsunami en el que la gente ha explotado de rabia». Apunta, además, que estas movilizaciones sobre en consecuencia de «una situación de desequilibrio en el modelo productivo».
«Los que han salido son los que trabajan en el campo y viven del campo, no los fondos de inversión ni los agricultores de sofá», se muestra contundente Alcubierre en una de estas movilizaciones.