Existe una empresa que, contra todo pronóstico, se ha repuesto de uno de los batacazos más sonados de los últimos años
Todo empresario que se precie ha pensado en algún momento en abrir su propio negocio. Instaurar una empresa nueva es un paso difícil para el que se requiere de una buena y amplia agenda de contactos, una importante suma de capital inicial del que partir, tanto económico como humano, una solvente capacidad de gestión de recursos y personal y muchas otras cualidades indispensables para mantener la firma a flote y capaz de sortear los obstáculos que se le presenten en el camino.
Una de estas cualidades imprescindibles en la labor de cualquier hombre de negocios que se precie es la adaptación, la facilidad para amoldarse a sí mismo y a su negocio a los tiempos convulsos, esos en los que las acciones caen en picado, los trabajadores expresan en voz alta su descontento y las empresas exteriores que antes tendían la mano, ahora la retiran. Es en momentos así cuando se hace más necesaria que nunca la presencia de un líder, una persona capaz de mantener la cabeza fría, de pronunciar promesas que podrá cumplir en un futuro, cuando la situación lo permita y de tirar de los hilos pertinentes para que el negocio salga adelante.
Los máximos de la empresa que se ha repuesto a uno de los grandes batacazos
Esto fue precisamente lo que ha hecho Telefónica, la mayor empresa de telecomunicaciones de España y una de las más aclamadas en el panorama internacional. Hace unos meses, su icónico dirigente César Alierta falleció y, con él, muchos expertos pensaban que también moriría su proyecto profesional, su forma de entender el negocio y de amortizar la prosperidad de la que hasta entonces había gozado. Pues bien, para todos aquellos que la creían languideciendo a punto de exhalar sus últimos estertores, Telefónica ha resurgido de las cenizas cual ave fénix.
Este renacimiento ha coincidido en el tiempo con uno de los mejores momentos en la trayectoria de la empresa de telecomunicaciones a escala global. Y es que sus acciones se hallan en camino de alcanzar los máximos históricos, el mejor momento vivido por la antigua firma de Alierta en toda su historia.
Esta subida de acciones ha relanzado a la compañía y ha permitido que los inversiones logren rentabilizar sus constantes aportaciones desde hace más de dos décadas. Una entidad, sin lugar a dudas, que contra todo pronóstico se ha enfrentado a la adversidad y ha salido victoriosa.