En 2023, el sistema de teletrabajo siguió cayendo en España y, por otra parte, más empleados prefieren la presencialidad.
Teletrabajo sí o teletrabajo no, esa es una de las cuestiones de estos tiempos que corren en España, tanto para los empleados como para los empleadores. Esta pregunta, que se inició hace ya casi una década con la gran cantidad de avances tecnológicos, llegó su cumbre en los años de la pandemia generada por el coronavirus. El aislamiento obligatorio obligó también (que valga la redundancia) a crear nuevos métodos de trabajo. Parecía que, de alguna manera, el teletrabajo llegaba para afirmarse y continuar creciendo, permitiendo a las empresas ahorrar (de paso) una buena cantidad de gastos, pero los resultados actuales están demostrando lo contrario.
Hay dos estadísticas que no se pueden soslayar a la hora de obtener una conclusión en el mercado laboral español. La primera: el teletrabajo continúa en descenso si tomamos como cumbre la época del Covid, que no dejaba mucha opción para buscar una alternativa. La segunda: los empleados, por diversos motivos, prefieren cada vez más la presencialidad.
Números oficiales y debate en marcha sobre la modalidad del teletrabajo
En estos últimos días de noviembre, el Instituto Nacional de Estadísticas de España (INE) informó sobre una encuesta que realizó sobre el uso de las tecnologías en los hogares. Pues bien, el 13,8% de los empleados (son unas 2.880.494 personas) han teletrabajado total o parcialmente en 2023. Esto significa que son dos décimas menos que en 2022 y 3,8 puntos menos que en 2021.
Hay una estadística del INE que llama aún más la atención. Es sobre los empleados con opción de trabajar o no desde su casa: en 2021, un 17,4% prefería la asistencia presencial; en 2023, un 18,9% la prefiere. La tendencia va en aumento.
El teletrabajo sigue todavía con un porcentaje elevado por razones económicas y razones de tiempo. El ahorro del transporte y la posibilidad de comer en casa, abaratando los gastos, inclinan bastante la balanza para cualquier ser humano con un salario promedio. También, hay personas que entre viaje de ida y viaje de vuelta pierden más de dos horas de su día, que lo terminan invirtiendo en otra actividad.
Por otro lado, si hablamos del sector que prefiere la presencialidad, existe un factor humano trascendente: socializar y el contacto con colegas produce mayor eficacia para los objetivos empresariales. También aparece aquí un motivo económico: viviendas pequeñas, sin espacio suficiente para la concentración, «obligan» al exilio del propio hogar.