El Ejército de España tiene un problema que jamás se hubiera imaginado: el precio de la piel de conejo que sigue subiendo su costo.
Si uno lee que el Ejército de España está en problemas, ¿qué se puede llegar a imaginar el lector? Se puede pensar quizá que el país puede ser invadido y las Fuerzas Armadas no cuentan con el arsenal y el personal suficiente. O tal vez alguien imagine hechos de corrupción dentro de las fuerzas. Están aquellos que puedan pronosticar algo relacionado a la guerra entre Rusia y Ucrania o la invasión de Israel contra Palestina. Sin embargo, no pasa por ninguno de estos hechos. El Ejército de España está en problemas por otro motivo.
Y esa razón, que se dio a conocer hace poco, tiene que ver con la piel de conejo. ¿Cómo es eso? Simple, el costo de la piel de conejo no se escapa de la inflación y cada vez sube más de precio. Dicha piel es importantísima para una parte fundamental de la prenda que más distingue a la Legión, la unidad de élite de las Fuerzas Armadas de España. Parece una broma, pero no lo es. Detrás está toda una historia con los legionarios…
La piel de conejo, símbolo del Ejército español que no se quiere borrar
Ahora bien, ¿para qué se usa esa famosa y ahora costosa piel de conejo? Es ni más ni menos que para el famoso gorro de borla o también conocido como chapiri, esa distinción característica que usan los legionarios españoles. Esta es la materia prima del conflicto porque ha aumentado bastante. Desde el lado del Ejército están dispuestos a pagar 35 euros, cuando acostumbraban a pagar 22 euros en 2019 (por cada gorro, claro está). La diferencia es notoria.
Vamos ahora a los números grandes. El Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra firmó un vínculo contractual para adquirir las prendas de los uniformes tradicionales. El valor es de 1.589.552,80 euros (se incluye IVA). Este paquete incluye camisas, camisetas, manoplas, ceñidor, correajes de cuero y, por supuesto, el gorro de borla que tanto se destaca en los desfiles militares.
La licitación, en total, incluye 1.496 chapiris (seis de general, 70 para coroneles, tenientes coroneles y comandantes, 120 para capitanes, tenientes y alféreces, 150 para suboficiales mayores, 300 para otros suboficiales y 850 para la tropa restante de legionarios). Por cada chapiri, como se ha dicho, no quieren pagar más de 35 euros, cuando por una camisa están pagando 20 euros, por citar un ejemplo.
Es evidente: la inflación está también perjudicando al presupuesto del Ejército. ¿Qué medida tomarán?