Los puertos españoles invertirán una suma millonaria para cumplir con un objetivo europeo. Motivos y consecuencias de la planificación.
Hay datos que no se pueden soslayar. Están presentes. No son discutibles y, en algunos casos, duelen, obligando a planificar un cambio. España es el segundo país de Europa que más contamina por sus actividades portuarias: cerca de 14 millones de toneladas de emisiones de carbono anuales, según relevó un estudio de la organización Transport & Enviroment (T&E).
En esta clasificación triste, Algeciras, Barcelona y Valencia son tres de los 10 puertos que más emisiones emiten en la Unión Europea. Las estadísticas obligan a la acción. Y ya existe un plan: reamar las infraestructuras para lograr reducir en hasta un 60% las emisiones de carbono de cada recinto portuario, algo así como entre medio millón y un millón de toneladas de CO2. ¿Cómo se consigue dar este importante paso? Invirtiendo millones y millones de euros.
Electrificar las terminales portuarias, el objetivo
El transporte marítimo está buscando alternativas sostenibles para no detener su actividad y bajar los niveles de contaminación. La electrificación de los muelles es un primer paso para dicho objetivo. De hecho, la Comisión Europea ya exige implantar el sistema OPS (onshore power supply), una tecnología que permite a los buques atracados conectarse a la red eléctrica para apagar así sus motores y reducir el dióxido de carbono.
Para cumplir con dicha meta, la inversión que deberán realizar los puertos españoles ronda los 500 millones de euros, aunque la cifra puede variar, dependiendo de cada recinto. Por ejemplo, la potencia requerida por una terminal de cruceros puede ser entre tres y cuatro veces superior a la de una terminal de línea regular de pasajeros.
¿Se llegará a cumplir este objetivo antes de 2030, como se pretende? Las dudas están sobre la mesa, sobre todo porque tampoco depende en un 100% de la inversión que hagan los puertos. Los especialistas remarcan que las navieras tienen también responsabilidad en esta misión de preservar el medio ambiente, ya que los buques deberán adecuarse para conectarse al sistema OPS.
¿Qué sucede en la actualidad? El porcentaje de la flota española capaz de usar la nueva tecnología es muy bajo. Se calcula que los cruceros son los más preparados, con un casi 50% listo para conectarse a la red eléctrica de los puertos. La preocupación existe, por supuesto, sobre todo porque no falta tanto para el 2030…