Son casi tres millones de familias las que cada vez se ven más asfixiadas por el dinero que destinan a la vivienda y a la comida.
El derecho a una vivienda digna y el derecho a comer son derechos humanos que cualquier estado debería valorar y crear las herramientas para que se cumplan. Sin embargo, en España, la situación no es la deseada. Hay casi tres millones de hogares que cada vez se encuentran más asfixiados por el dinero que destinan para pagar el alquiler de un piso y el dinero que gastan en las compras del supermercado.
El informe denominado “Ingresos y gastos: una ecuación que condiciona nuestra calidad de vida”, presentado por Cáritas Española y la Fundación Foessa, intenta evaluar justamente esa calidad de vida, además de la parte económica de cada familia. Pone el ojo y señala un dato que, a veces, parece invisible: si bien muchas personas llegan cubrir los gastos del alquiler y de los alimentos, luego le queda poco y nada de sus ingresos para intentar vivir y no sólo sobrevivir en este planeta.
Los números de un informe que da miedo y enciende otra alarma
El informe denominado “Ingresos y gastos: una ecuación que condiciona nuestra calidad de vida”, realizado por Cáritas Española y la Fundación Foessa, sostiene que tres millones de familias en España deben gastar seis (o más) de cada diez euros (63%) en los gastos de la casa, suministros y la alimentación.
Además, según ha resaltado el investigador Daniel Rodríguez, el 16,8% de las familias quedan por debajo del umbral de la pobreza severa luego de haber pagado esos gastos de vivienda y suministros básicos.
¿Faltan viviendas en el país? No, al contrario, sobran viviendas. Faltan soluciones políticas que logren regular un mercado inhumano. Las familias, según el mismo informe, intentan buscar soluciones ante este problema, nuevas fórmulas de subsistencias. Algunos deciden subarrendar habitaciones (lo hace 1,2 millones de hogares, aproximadamente). Otros optan por residir en viviendas inseguras (4,2 millones están en pisos compartidos, cedidos sin contrato o en situación de desahucio).
Por otra parte, la cantidad de familias que viven en lugares inadecuados (que no cumplen con unas condiciones dignas) sigue aumentando: pasó del 25% en 2018 al 30% en 2021, alcanzando así a 5,6 millones de hogares, según señala el análisis de Cáritas Española y la Fundación Foessa.