En España, alquilar un piso puede ser una de las misiones más difíciles en estos tiempos. En el medio, existen abusos de los arrendadores.
Seguramente hayas padecido ese sufrimiento que es también una angustia o conozcas a alguien esté atravesando el mal momento que termina generando, a su vez, ansiedades y estrés. Es que en España, en estos tiempos que corren, alquilar un piso o una casa resulta ser una de las misiones más difíciles. Y no sólo hablamos de la poca oferta que existe en algunas ciudades o del elevado precio de la renta que se termina llevando una gran parte del salario…
La nueva traba que está creciendo cada vez más en España tiene que ver con los abusos de los arrendadores. Sí, puedes encontrar el piso que te guste, puedes tener el dinero disponible para alquilarlo, aunque sea muy caro, pero, sin embargo, debes pasar el famoso casting del inquilino. Te pedirán tantos detalles, tantas condiciones que posiblemente fallarás en alguna o, quizás antes, te termines fastidiando y yendo a buscar otro inmueble.
¿Qué nuevas condiciones piden los arrendadores para aceptar a los inquilinos?
Algunas inmobiliarias ya ponen el grito en el cielo porque tantas condiciones exigidas terminan espantando a los inquilinos y, por ende, el piso o la casa nunca se termina alquilando o demora meses, incluso años, hasta lograr el objetivo. Y todo pasa por ciertos métodos de control que son señalados como abusivos.
Hoy en día, según esas mismas inmobiliarias, los arrendadores exigen unas garantías para alquilar que cada vez son más parecidas a las que piden los bancos para conceder una hipoteca. El motivo: existen temores a que los futuros inquilinos no paguen la renta o terminen rompiendo la propiedad.
Hasta hace poco tiempo, los arrendadores le exigían a los inquilinos un aval bancario, una fianza (del mismo monto que la renta) y un contrato de trabajo. Si no tenía el contrato laboral indefinido, podía reemplazarse por las últimas tres nóminas con el fin de demostrar que la personas aspirante al piso tuviera cierta solidez económica, lo que cual es también discutible porque de un trabajo te pueden echar en cualquier momento.
Sin embargo, ahora, algunos arrendadores exigen la posibilidad de ver sus movimientos bancarios, una práctica que no es ilegal, si se cuenta con el consentimiento del inquilino, pero que desata la furia de las personas que buscan una vivienda.
Ante tanto debate, una realidad está muy clara: España tiene un grave problema entre las demandas y las ofertas de los alquileres.