Si tienes un contrato de alquiler como propietario o inquilino te contamos los requisitos para rescindir de él.
A la hora de firmar el contrato de alquiler de una vivienda, tiene que constar de varios acuerdos entre el propietario y el inquilino, acuerdos que permiten al contrato estar dentro de la legalidad española. Uno de los datos importantes que debe figurar en el contrato es la fecha de finalización del contrato de alquiler.
Aunque son muchos los casos en los que alguna de las dos partes quiere rescindir el contrato antes de tiempo. Pues existen ciertas partes de la ley que permiten terminar este contrato. En este caso la Ley de Arrendamientos Urbanos establece varios requisitos para que esto suceda.
Durante el tiempo en el que vivimos en una vivienda de alquiler, solemos encontrar ciertos detalles que no esperábamos en ella. O, por el otro lado, que el propietario de la vivienda no esté contento con la confianza o comportamiento de los inquilinos, y quieran rescindir el contrato antes de la fecha acordada.
Si ese es tú caso, es importante conocer la Ley de Arrendamientos Urbanos para saber cómo debemos actuar en estos casos. Ya que no todos los motivos son legales a la hora de dejar el alquiler, o pedir al inquilino que la abandone.
Razones por las que puedes rescindir tú contrato de alquiler
En caso de que sea el inquilino el que quiera rescindir el contrato, lo primero que debe tener en cuenta es el derecho a desestimar el contrato cuando hayan transcurrido seis meses. Aunque siempre deberá comunicarlo al propietario con un mes de antelación.
Pero, no es la única forma de rescindir el contrato. También puedes hacerlo si cumple los siguientes motivos; si el arrendador no hace las reparaciones oportunas que pertenecen al contrato o si el inquilino siente alterado el disfrute de la vivienda a causa de una mala actuación del propietario.
En caso de que sea el propietario el que quiere finalizar el contrato puede hacerlo por diferentes motivos: si el inquilino no le ha pagado la fianza, y es que esta es obligatoria antes de entrar a vivir en la vivienda; si el arrendatario realquila, subarrienda o cede la propiedad a terceros sin su consentimiento; si hace un uso indebido de la vivienda que no conste en el contrato de alquiler o si el inquilino no realiza los pagos en el plazo establecido en el acuerdo entre ambos.