El Banco Central Europeo sigue avanzando en la creación del euro digital que podría empezar a usarse dentro de tres o cuatro años.
Ya es una realidad que continúa avanzando. Es una realidad que no tiene fecha de lanzamiento, pero tampoco marcha atrás. El Banco Central Europeo (BCE) sigue trabajando en el euro digital, un proyecto que empezó a finales de 2019 y que se espera lanzar en “tres o cuatro años”, según informó Fabio Panetta, el consejero ejecutivo del BCE que se encuentra supervisando los trabajos de esta iniciativa.
En un comunicado oficial, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, dio más detalles sobre este plan: “Necesitamos preparar nuestra moneda para el futuro. Concebimos el euro digital como una forma digital del dinero en efectivo que pueda ser usada para todos los pagos digitales, libre de cargos, y que cumpla los más altos criterios de privacidad. Coexistiría con el dinero físico, que siempre estará disponible, con lo que no se dejará a nadie atrás”.
Las ventajas que promete el euro digital
Hoy en día, no existe un medio de pago digital europeo que sea aceptado sin problemas en toda la zona del euro. Con la creación del euro digital, las transferencias entre países o los pagos en el extranjero estarían garantizadas. O eso se proyecta, al menos. Ya sabemos el refrán: del dicho al hecho, un largo trecho.
No sería la única ventaja, por supuesto. Otro punto a favor que prevén es que habría más inclusión financiera, debido a que los individuos que no tienen acceso a una cuenta bancaria podrían realizar pagos digitales a través de tarjetas públicas emitidas por instituciones públicas.
Por otra parte, con la creación del euro digital, se busca más autonomía estratégica en el sistema de pagos europeos, que en la actualidad este punto está dominando por empresas que, como se sabe, piensan primero en el ombligo y luego veremos.
Claro que, más allá de lo que se proyecte, quedan todavía por resolver varias cuestiones técnicas para darle luz verde al euro digital. Por un lado, se sigue trabajando en garantizar la seguridad y privacidad de los pagos. Y, por el otro, quieren evitar un posible masivo traslado de dinero de los bancos al banco central, que traería serios inconvenientes en la economía. Por eso, una posible opción sería que los monederos virtuales de euros digitales tengan un tope máximo. ¿De cuánto sería? No hay confirmaciones, pero trascendió la cifra de 3.000 euros.