Una transferencia bancaria no siempre llegan con puntualidad categórica: esto sucede si la haces un fin de semana
Las transferencias bancarias son uno de los principales medios de intercambio económico. Llevan con nosotros desde tiempos inmemoriales como la forma más elemental de hacer llegar una cantidad fiduciaria a otra persona. De hecho, son tan habituales que muchas empresas pagan a sus trabajadores de esta manera, una manera a la que no parecen haber afectado los cambios tecnológicos ni el inexorable paso del tiempo.
Aunque es cierto que dichos cambios tecnológicos parecen haberlas hecho un poco más eficientes. Y, sí, por supuesto estamos hablando del Bizum, la forma más rápida de enviar dinero a otros particulares de forma instantánea, empleando un sistema muy similar al que ya incorporan muchas aplicaciones de mensajería, como WhatsApp o Telegram. Las transferencias, en cambio, nos obligan a aguardar unas horas hasta que podemos constatar que el ingreso se ha hecho efectivo en la otra cuenta.
Por eso, precisamente para aquellos jóvenes que no están tan familiarizados como otras generaciones, es para los que se escribe este artículo. Las transferencias constituyen una transacción no inmediata que puede demorarse varios días, en especial si entre el día de envío y el día programado para la recepción se encuentra un fin de semana.
Las excepciones de una transferencia bancaria en un fin de semana
Y es que es la propia oficina de nuestra entidad bancaria de confianza la encargada de gestionar la fluctuación de estas transferencias, que no podrán ser aprobadas si la oficina del banco mantiene sus puertas cerradas al público. Normalmente, las sucursales estipulan el cese de toda actividad los viernes a las 13:30 horas de la tarde, lo que se traduce en que las transferencias realizadas con posterioridad a esta hora no se recibirán en la otra entidad hasta la primera hora del lunes siguiente. Aunque, por supuesto, hay excepciones.
Toda regla es confirmada por al menos una excepción, y lo mismo ocurre en el caso de las transferencias. Existe una forma que permite acelerar el proceso. Se puede agilizar para que nuestro dinero llegue a la entidad deseada en un abrir y cerrar de ojos, sorteando toda suerte de barreras temporales que se levanten en su camino.
La excepción pasa por seleccionar en la lista de opciones que nos ofrece nuestro banco la opción de envío exprés, que realizará la transferencia sin dilación, asegurándose de entregarla antes de que la entidad bancaria cierre sus puertas. De esta forma, por un pequeño importe adicional, podremos asegurarnos que nuestro dinero llega a su destino a tiempo.
