El último frenazo al progreso tecnológico ha pillado por sorpresa a cientos de consumidores: la última medida te va a sorprender
Las últimas noticias en España no han sido del todo esperanzadoras con el cambio tecnológico hacia un futuro mejor. El cambio climático ya es una realidad pese a las negativas de ciertos ciudadanos. Es por ese motivo por el que se están comenzado a tomar medidas claves para un futuro más sostenible y mejor para todos los seres humanos. Una de ella tenía que ver con la emisión de ciertos gases a la atmósfera.
Uno de los elementos de nuestro día a día que más gases emite a la atmósfera no son otros que los automóviles. Estos utilizan combustibles fósiles, lo que, en su combustión, provoca que se emitan gases con efecto invernadero. De esta forma aumentan las temperaturas en todo el planeta y el cambio climático se acentúa mucho más. Lo que pensaron la mayoría de empresas de automóviles fue cambiar estos combustible fósiles por coches eléctricos. De esta forma, un automóvil se convertiría en un objeto con cero emisión de gases. El gran problema de esta situación es que estos suelen ser más caros de lo normal.
El frenazo tecnológico y la última medida: los Ayuntamientos toman cartas en el asunto
En cuanto se confirmó el boom de los coches eléctricos, cientos de ayuntamientos españoles propusieron a los grandes centros comerciales ponen punto de carga de estos automóviles para fomentar la compra de este tipo de vehículos. Los consumidores no solo se quejaban del precio de estos, sino de que también tenían poco lugares donde poder cargarlos y aumentar su autonomía. En la mayoría de centros comerciales y supermercados se pueden encontrar, pero no todo es tan sencillo.
Los datos no son para nada alentadores. En teoría, en España debería haber alrededor de 20.000 puntos de recarga de coches eléctricos, pero la cifra real ni siquiera se acerca. Tal y como se han hecho eco la mayoría de medios de comunicación españoles, en la actualidad hay una cuarta parte de estos puntos operativos. Entre todas las empresas suman 5.300, pero 3.800 son propiedad de Mercadona, empresa que promete invertir 21 millones de euros en este aspecto. En España se produce otro hecho que es bastante inquietante, y es que el 26% de los instalados no están operativos o están en mal estado. Otros ni tan siquiera tienen acceso a la red eléctrica, siendo un gasto innecesario y bastante inútil.
Más allá de estos problemas, la burocracia, el alto mantenimiento y coste y la necesidad de más consumidores, han hecho que los ayuntamientos estén frenando en su intención de instalar este tipo de puntos de recarga. Aún así, se espera que se instalen más para poder continuar con la transición ecológica.
