Los actores de doblaje han encontrado en la IA en una amenaza mortal. Te explicamos el significado detrás de esta afirmación
El doblaje podría tener los días contados. Y es que la irrupción en nuestra vida diaria de la inteligencia artificial ha revolucionado algunos ámbitos cuyo cambio drástico apenas podríamos siquiera soñar hace unos años. La imagen que ofrecían aquellas fantásticas distopías de comienzos de siglo como Yo, robot, Blade Runner entre otras, parecen apoyarse en la actualidad sobre una base sólida en la que los fundamentos pesan más que las conjeturas y las supersticiones.
La llegada de ChatGPT, por ejemplo, ha revolucionado la forma de proceder en muchos ámbitos como el educativo. Bastaría con que el estudiase pidiese a la inteligencia artificial que redactase por él esa redacción densa y aburrida que el profesor le ha pedido que haga. Incluso en el plano artístico, muchos escritores lo emplean para encontrar la inspiración en la creación de novelas y personajes.
Los actores tampoco han logrado zafarse de sus garras. Y no, no nos referimos a los actores de imagen sino a los de doblaje. A esos que prestan su voz a un personaje para trasladar el idioma original a otro diferente sin dejar por ello de interpretar, de establecer una simbiosis total con el personaje que tienen en la pantalla.
Por desgracio, el sonido es mucho más replicable que la imagen y la inteligencia artificial lo sabe. Hace unos meses se puso de moda una IA de Bing que creaba una imagen con cualquier elemento que desearas introducirle, incluso puede recrear escenarios hipotéticos, como, por ejemplo, qué pasaría si las películas de superhéroes estuviesen rodadas y producidas por Pixar. El resultado es una cómica representación de los Vengadores a modo de dibujos animados de ojos grandes y rostro entrañable.
Los actores de doblaje y la amenaza de la IA
En el caso del doblaje, el problema llega cuando inteligencias artificiales similares se han empleado para realizar parodias. En estas pueden encontrarse, por ejemplo, a un personaje de dibujos animados cantando una canción de Taylor Swift con su propia voz. El resultado, de hecho, es muy convincente.
Tanto que ha empezado a utilizarse para suplantar a los actores de doblaje sin su consentimiento, tratar de calcar sus voces procedentes de otras películas e incorporarlas, realizando los ajustes pertinentes con la ayuda de la IA, a un producto nuevo para así no tener que contratarlos y, a largo plazo, acabar con su trabajo y su forma de vida.