No conoce límites de su expansión: te contamos qué otro ámbito ha sido invadido por la Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artificial es uno de los temas más candentes hoy en día. Ya nadie puede negar que ha llegado a nuestras vidas para quedarse. También, además, para organizar una revolución a gran escala de todo aquello que conocemos. Quién sabe si sus efectos serán en el futuro comparables a los que antaño desencadenó la irrupción de Internet en los años 90, pero lo que sí está claro es que la IA parece avanzar a pasos de gigante y no hay nada ni nadie que sea capaz de detenerla.
Ante esta situación, políticos y organizaciones de todo el mundo han optado por aplicar a rajatabla ese refrán que recomienda firmar un pacto de alianza con tu enemigo si este es demasiado fuerte para que puedas plantarle cara. Y es que esta parece ser la solución más plausible. Ya son demasiados los ámbitos que se han visto obligados a modificar en gran medida su forma habitual de proceder. Además de a incluir en sus respectivos planes de futuro su presencia. O quizá, y mejor dicho, la omnipresencia de este nuevo inquilino.
La música, otro aspecto de la Inteligencia Artificial
Como ya contamos, uno de los más damnificados fue el gremio de los actores de doblaje. Ese maravilloso mundo en el que la voz basta como única herramienta para despertar en el espectador infinidad de emociones y sentimientos. La llave maestra que sabe llegar a todo tipo de público, incluso a personas con problemas de visión. Pero, por supuesto, el sonido siempre ha sido mucho más replicable que la imagen y algunas inteligencias no ha dudado en hacer un uso inapropiado de los derechos de autor de algunos actores de doblaje. Pero no es este, ni de lejos, el único gremio que se ha visto afectado.
Bajo esta premisa, la de que el sonido se replica con mayor facilidad que la voz, la inteligencia artificial ha logrado hacer verdaderas locuras, todas ellas sin el consentimiento de sus respectivos autores. Algunos, como decimos, han sacudido negativamente al ámbito de los artistas musicales.
Un ejemplo de estos casos es la utilización indebida de voces de vocalistas de conocidas bandas de música para acoplar su registro a otra canción diferente que no les pertenece. Una violación en toda regla de los derechos de autor que cada vez involucra a más profesionales del sector con todas las consecuencias negativas aparejadas a ella.
