Cuando se habla de administraciones, todo el mundo piensa en Doña Manolita. Este es el motivo por el que es tan famosa en España.
Cada año vemos como los distintos informativos se desplazan al establecimiento de Doña Manolita porque han vendido algún premio, ‘El Gordo’ incluido. Y muchos se preguntan: ¿por qué siempre venden algún premio?. La respuesta muy sencilla y pura lógica. Porque venden muchísimo y, por eso, suele tocar más que en cualquier otra administración.
Doña Manolita vende los décimos que Lotería y Apuestas del Estado pone a disposición de todos. También venden a través del terminal y, en los últimos años se han modernizado, y ahora se puede comprar también por la página web.
Tal es su nivel de venta que ya se ha quedado sin décimos en dos ocasiones: 2018 y 2021. Un ‘no hay billetes’ en su tienda histórico. Y es que esta administración tiene el record de más primeros premios repartidos con 76, una cifra histórica en España. Además, también han repartido un gran número de pequeños premios. Sin irnos muy lejos, el año pasado entregó un cuarto premio y tres quintos.
La historia de Doña Manolita es casi de película. Manuela de Pablo, su nombre original, puso su primera administración a principios del siglo XX en la calle San Bernardo. Según cuenta la propia administración, Doña Manolita no lo tuvo nada sencillo en sus comienzos, pero se sirvió de su encanto para vender a los muchos estudiantes universitarios que rondaban la zona.
Doña Manolita, una mujer adelantada a su época, llegó a ser una próspera empresaria siendo musa de numerosos artistas. Falleció en en 1951, con 72 años, sin dejar herederos por lo que el próspero negocio pasó a manos de su hermana Carmen, después al hijo de esta y en 1987 otra familia lo adquirió. Ahora en la calle del Carmen 22 sigue vendiendo ilusión.
Además de Doña Manolita, en Madrid existen otras administraciones históricas que también ha repartido una gran ilusión y fortuna. Por ejemplo. Un ejemplo de estas es La Pajarita, ubicada a pocos metros de Doña Manolita en pleno centro de Madrid, cuya historia nos lleva a Luisa Valdés, una viuda de un soldado español, que adquirió el negocio de la lotería tras una visita con la Reina Doña María Cristina. Según el mito fundacional, la madre del rey Alfonso XIII le otorgó el permiso para llevar la administración, contando entre sus habituales clientees a personalidades como Valle-Inclán. Esta administración se encuentra en la calle Alcalá, 18 y ha repartido premios importantes a lo largo de toda su historia.
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